Los desequilibrios de poder en la configuración de la identidad metropolitana centran el debate de la tertulia de la 3ª edición de #LaMetro

Marc Andreu y Manel Larrosa sitúan elementos de construcción de identidad durante la segunda sesión de #LaMetro sobre 'Barrio, municipio, metrópoli: ¿Cuestión de identidad?' en San Feliu de Llobregat

  • 14-07-2017
  • Resumen de actividades
  • 108 Lecturas

¿Cuál es el diálogo entre el centro y la periferia? ¿Cómo se conforman las identidades territoriales? ¿Es en términos de poder? ¿O son los proyectos vinculados al territorio los que unen? Estas preguntas han sido las que han dado pie al debate de la tercera edición de La Metropolitana: tertulia con espuma, la segunda que ha tratado como tema ‘Barrio, municipio, metrópoli: ¿Cuestión de identidad?' y que en esta ocasión se ha celebrado en el Bar del Ateneu de San Feliu. En esta sesión, los ponentes encargados de aportar las primeras ideas para situar el debate han sido el periodista e historiador Marc Andreu, y el arquitecto Manel Larrosa, también representante de la entidad Via Vallès. La cerveza que ha acompañado la tertulia ha sido la sanfeliuensa Roses de Llobregat, un proyecto nacido e inspirado en un modelo de trabajo artesano que dio nombre e identidad a San Feliu durante la Segunda República. Ha moderado el debate Carolina Costa, de Prisma Urbà, mientras que Oriol Estela Barnet, coordinador general del PEMB i Conxita Sánchez, presidenta del Centro de Estudios Comarcales del Bajo Llobregat, se han encargado de dar la bienvenida al acto como entidades coorganizadoras.

Oriol Estela Barnet da la bienvenida a los asistentes a La Metro
Oriol Estela Barnet da la bienvenida a los asistentes a La Metro

“La identidad metropolitana se habría podido forjar a partir de los 60 o 70 a raíz de las luchas obreras urbanas y vecinales, pero, aunque empezó, no cuajó”, ha asegurado el periodista e historiador. Lo que sí cuajó, ha explicado Andreu, fue la identidad comarcal en territorios como el Bajo Llobregat, forjada a base de luchas obreras y, más tarde, reforzada por la estrategia del PSC de abonar la identidad bajo llobregatina a base de inversiones y proyectos urbanísticos. “Durante la Transición, alcaldes de los municipios metropolitanos refuerzan una identidad municipal muy útil en rentabilidad local, pero en detrimento de una identidad metropolitana más amplia”, ha explicado. “Si lo analizáramos, podríamos encontrarnos que en 40 años por su poder, el Bajo ha reforzado su identidad supralocal mientras que el Besós ha quedado como el patio de atrás y Barcelona no se lo ha mirado de la misma manera”, ha situado Marc Andreu, autor precisamente del libro Las ciudades invisibles: viaje a la Cataluña metropolitana.

Actualmente, ha añadido, se está intentando vertebrar la Agenda Besós, que debe servir para diagnosticar las dinámicas sociales, habitacionales y de movilidad y para impulsar proyectos que puedan actuar de motor para un territorio con vulnerabilidades sociales y urbanas pero que también presenta potencialidades. “Intentan girar la tortilla a nivel de inversiones y poner la mirada en construir una identidad de Besós que se pueda equiparar a la identidad de algunos municipios vallesanos y a la del Bajo. Soy escéptico porqué las identidades son de corazón y no de cabeza y no es fácil crearlas artificialmente”, ha concluido el periodista.

En este sentido, el arquitecto Manel Larrosa, ha manifestado que “el concepto de identidad es parcial y sólo sirve como marco de referencia”, por lo que, a su entender, lo importante es “si hay base material para que el espacio tenga identidad”. Por este motivo ha dicho, “me interesa más el término proyecto metropolitano que identidad para entender cómo se utiliza como marco de referencia”. “Si hay quien se siente desatendido, acaba luchando para crear su propio proyecto territorial, sea el Monserratí, el Bajo Vallés o el Bajo Besós”, ha puesto como ejemplos. En este sentido, ha destinado su intervención a explicar su idea de “proyecto metropolitano”: la Cataluña de 7 millones, con las capitales de una treintena de comarcas unidas ferroviariamente, y la de 5 millones que configuran el Barcelonés, el Bajo Llobregat, el Vallés y todo el Maresme, una región “clave” en términos de economía productiva. Según Larrosa, no hay una contraposición entre el hecho metropolitano y la Cataluña interior. “Ya es hora de superar el debate entre la Cataluña interior y la Barcelona metropolitana”, ha concluido.

En la construcción de identidad, pues, juega un papel importante si se tienen atendidas las necesidades o no, ya que los servicios hacen que la gente se sienta orgullosa del lugar en el que vive y contribuyen a la construcción de la identidad metropolitana. “Las luchas conjuntas en defensa de un territorio son clave para crear identidad”, ha dicho Conxita Sánchez, que ha recordado como el Bajo Llobregat recuperó la identidad luchando contra el macroproyecto Eurovegas. A la vez, las dificultades para crear una identidad más allá de las comarcas de ciudades en concreto son las susceptibilidades que esta nueva identidad metropolitana haga perder peso a los municipios. “Las identidades pueden ser móviles porqué hoy trabajamos en un sitio y vivimos en otro y la situación puede cambiar mañana; pero tienen mucho que ver con la identidad de clase. Cuando todo el mundo quiere ser clase media, la identidad de clase trabajadora no acaba siendo importante y esto se rompe”, ha añadido Marc Andreu. Y aún otro elemento que ha salido durante el debate: sin una organización territorial clara y una ley electoral actualizada no se podrá resolver el hecho metropolitano.

En definitiva, ha resumido la conductora del debate, la socióloga Carolina Costa, la tercera edición de La Metro ha servido para poner encima de la mesa diferentes puntos: que los desequilibrios territoriales y de poder tienen un papel fundamental en la configuración de identidades territoriales; que las luchas sociales son aglutinadoras y contribuyen en la construcción de identidad metropolitana; que la tendencia de la gente es sentirse parte del municipio donde vive o trabaja y de Cataluña; que Barcelona tiene un papel importante a la hora de configurar las identidades y, finalmente, que hay retos que pueden cambiar el paradigma en la construcción metropolitana como puede ser la transición energética. Para la próxima edición de La Metro, que tendrá lugar en San Cugat, Costa ha querido lanzar una pregunta a resolver: ¿Qué proyectos concretos pueden contribuir a la gobernanza metropolitana?

La tertulia con espuma ha tenido como prólogo la presentación del libro Gobernar la Barcelona real: Pasqual Maragall y el derecho a la Barcelona Metropolitana, de Mariona Tomàs, que ha servido para calentar motores para el debate sobre identidad metropolitana. 

  • Participa o sigue el debate

    0 comentarios:

    Deja tu comentario:

Política de cookies